miércoles, 14 de octubre de 2009

Lagunas y Pacaya Samiria

Navegando en canoa por el bello, majestuoso y salvaje Amazonas

Me recoge en el puerto de Lagunas Kleber, tío de Wiston, hombre de selva, en su cara se nota mucha sabiduría, es un viejo simpático, bonachón, que derrocha energía, siempre atento a sus invitados, e hace llamar el SUPER GUÍA, me entusiasma mas de lo que estaba, me muestra fotos, veo cosas muy chevres, recomendaciones de otros turistas, me cuenta historias.

Vamos a la entrada de la reserva, vueltica por el mini museo, hablamos con el guarda bosques y me interno en la selva en una canoa, manejada por Gil, mi guía. Me cuenta de la selva, que hace este árbol, que no.

Extasiado me siento en la jungla, loros, monos de todas las clases, pájaros, guacamayas, mariposas, me pican insectos que nunca había visto en mi vida. Almorzamos en una especie de refugio hecho de palos, me enseñó a pescar y fuimos a otro refugio, donde nos quedamos esa noche. Miedo, suspenso, encanto, alegría, son muchas las sensaciones que produce el estar por primera vez en la selva.

Oso perezoso
Esa noche fuimos a ver cocodrilos., tal vez podamos agarrar uno, vimos uno de algo mas de un metro pero se nos escurrió en el rio, haciendo el agua turbia, nadie mete las manos en agua turbia en el amazonas. Roedores nocturnos, peces que lo asustan a uno por fuera del agua, al regresar habían mas acompañantes, dos argentinos, dos israelitas y una gringa.

Al otro día madrugamos para ver los delfines, son rosados, bonitos. Luego hicimos una larga camita vimos arañas, pájaros, ranas, mariposas, un rastro de puma que no se dejó ver y un cerdo salvaje. Llegamos a un lugar para pescar, pesque 4 ayarahuasas, unos peces muy bonitos, pero son mas sabrosos aun. Cogí un caracol y lo uso de cebo el cual fue muy efectivo.

Delfín rosado sumergiéndose

Platos riquísimos me dio el guía, hasta piraña asada, envuelta hojas, pescado frito, patacones, guauuuu, y yo pensé que iba a aguantar hambre en la selva. Más conocimiento tradicional me ofrece el sabio guía, comemos aguaje, un fruto de una palmera muy alta, es la que más captura el CO2 del planeta según me informan.

Fuimos a otro refugio, comimos sandwich de huevo y por la noche a observar cocodrilos. Esa noche agarramos 3, que asombroso animal que existe desde la época de los dinosaurios. Más roedores, aves nocturnas, murciélagos. Otra noche arrullado por los sonidos de la selva.
Un cocodrilito agarrado a las 11 y media de la noche en la selva.
Devuelta al otro día a la entrada del parque pero antes debo meterme al agua, me pongo debajo de las pantalonetas un boxer pegado, todo para evitar al Candirú, un pececillo que persigue la orina, es muy pequeño y puede llegar a meterse en el miembro o detrás, toca sacarlo con cirugía, bueno también habían otras cosas que me preocupaban como cocodrilos, pirañas, pero debía al menos meterme por 5 minutos. Duré 6. jajajaja, si no hubiera habido turistas que se metieron, tal vez no lo hubiera hecho. Muchos peces curiosos se le acercan a uno y se alejan rápidamente, el miedo se transformó en asombro.

Quiero pescar una piraña, lo hice y compruebo el poder de su mordida poniéndole un palo en la boca, que forma de triturar, pero no son tan malas como las pintan en las películas gringas, atacan sólo cuando tienen mucha hambre, de lo contrario se alimentan de carroña, o cuando alguien se mete al agua con alguna herida considerable que deje un rastro de sangre en el agua. Vamos viendo la flora y fauna más bella que nos regala la Amazonía. Mi último día en la selva, que nostalgia, nos devolvemos con una pareja de suizos, una española y un alemán.

Ese día como muy poco para el ritual de la Ayahuasca, vimos una serpiente pequeña que se esfumó rápidamente en medio del bosque. En la entrada hablamos con el guarda parques acerca de la necesidad de fomentar las reservas, la conservación. Recordemos que la selva amazónica es la que mas absorbe CO2, puede haber una luz de esperanza si fomentamos la creación de reservas, si canalizáramos bien los recursos de la cooperación internacional, podríamos hacer como si nos pagaran a los países amazónicos para que no usemos la selva para la minería, tala de árboles o cualquier otra actividad que implique daños medioambientales.

Al regreso Kleber me prepara para lo que iba a ocurrir, me comentó que su amigo el Shamán estaba con muchas ganas de conocer un colombiano deseoso de estar en un ritual de estos en el Perú, la ceremonia comenzaría a las 9 de la noche, en la casa del Shamán, y para descansar sería en la casa del mismo Kleber, para cuidarme. Llovía torrencialmente esa noche.

Al otro día sirvo de interprete a Kleber, estuve todo el día en su casa, me brindo techo y comida hasta el otro día, su familia es muy atenta, me contaban mitos de la selva, cerdo salvaje al almuerzo, finalmente voy al puerto me espera un viaje de un día entero, instalo mi hamaca, a las 4 de la mañana no despierta un fuerte estruendo, los árboles se daban contra el estrivor de la embarcación, todo el mundo sale corriendo a coger sus chalecos salvavidas, caos en el ambiente. No lo podía creer, al rato se acerca un truipulante y nos explica lo sucedido: una fuerte neblina impedía la visión, al acercarse a la playa para parar mientras pasaba, nos encontramos muy cerca de la playa, pero el barco no surfrió ningún daño. Esperamos cerca de dos horas, despues todo a la normalidad, adios selva, muchas gracias.

Pescando pirañas

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